viernes, 16 de octubre de 2009

Una carta, de las miles que se acercan. Desde la tierra, hasta el cielo.


Hoy fui a tu cuarto con mi guitarra porque quería enseñarte una canción que me estoy aprendiendo, quería cantártela, y tocártela, pero cuando abrí la puerta de tu habitación pude vislumbrar lo vacía que se encontraba; Lo primero es, que en la cama no estabas tú, ahora no tiene sábanas, encima de ella hay ropa limpia, tu ropa que había por los alrededores ya no está, ni las medicinas, ni los libros, ni el DS( Bueno, el DS digo yo que lo ha pillado Juanjo). Entristecí, pero aún así me senté donde me sentaba antes para tocar y cantar la canción que traía para ti. Mientras lo hacía, las lágrimas acariciaban mi mejilla. Estaba loca por oír tu voz diciéndome “Anda que no eres pesada, vete a darle el coñazo a tu madre” Mientras ríes. “Venga, quédate y muéstrame que tienes”, diciendo felizmente rendido, como siempre. Te hablé estando sin tu presencia carnal, en tu mismo cuarto, como una loca cuando habla sola. Hasta que me desesperé por no recibir respuesta y salí de ahí, de ese cuarto que ya no tiene nada, no tiene magia, no transmite felicidad, sólo una melancolía vaga, aún esté lleno de buenos recuerdos, buenos momentos, que extraño locamente pensando que volverán, cuando la realidad es diferente, cuando la realidad (Que admito tristemente) es; Se acabó Alejandra, ya no hay más Papá.


16/Octubre/09

Arwen Ríos Constantine [Alejandra Sierra Ríos]

1 comentario:

L dijo...

Oh... lo siento pequeña :(
No lo sabia, a estas cosas es dificil hblar o cosas asi, ya sabes donde estoy y si quieres algo ya sabes donde me tienes :
(K)(K)(K)