martes, 14 de abril de 2009

Para mis sobrinos Gabriel y Alejandra.


Te tomo en mis brazos; Y Tus manitas sedosas,
hechas en el mismo cielo, acarician mi rostro.
Me miras sorprendido; Y al mirarme, mi corazón
se estremece, te miro con todo el amor más sincero
del mundo,
con la ternura de un pájaro al cantar en un amanecer,
o como dos enamorados que disfrutan juntos
de un atardecer acompañado de un dulce beso.
Ríes; Y tu risa es para mí como las campanas
de una catedral, quiero estar junto a ti y oírte reír
siempre, protegerte de los dragones modernos que
nos rodean así sea a sangre fría…
Te devuelvo una sonrisa; Y con ella, te regalo
seguridad, aquí, entre mis brazos, o allá,
donde quiera que llegues a estar cuando crezcas.
Bostezas; Y al bostezar mi corazón rebosa de alegría,
el que tengas sueño implica que te duerma, al dormirte,
estaré viéndote dormir, sería un espectáculo maravilloso,
y eso, me hace feliz, muy feliz.
Te canto; Y al cantarte, tus ojos van cerrándose…
Estás dormido; Y al haberte dormido, te llevo
a tu cuna, tomo una mecedora, y te veo dormir,
¿Qué estarás soñando? ¿Estarás pensando en mí?
¿Estarás jugando entre las nubes de azúcar que hay
en el cielo? De tus pequeños labios nace una sonrisita,
Y así como nacen sonrisas, miradas… Nace mi nuevo amor hacia ti.

Arwen Ríos Constantine [Alejandra Sierra Ríos]


14/abril/09